La gestión de calidad puede marcar la diferencia en una empresa, ya que con ella se responde mejor a las necesidades del mercado. La cuota de mercado de la que dispone una sociedad va directamente relacionada con la satisfacción de los clientes. Si un servicio no es adecuado, por desgracia, la noticia se extiende más rápido que si fuéramos una empresa excelente. La fluctuación de nuestra fama en el mercado es mayor en los supuestos negativos, de ahí la importancia de la mencionada gestión de calidad.

¿Qué claves se deben tener en cuenta en la gestión de calidad?

Los sistemas de gestión deben avanzar al mismo ritmo que cambien las necesidades de los clientes, para así alcanzar sus expectativas. Se debe lograr una mejora continua en los servicios que ofrecemos, y eso se lleva a cabo desarrollando la capacidad de adaptarse. Hay algunas claves importantes que deben estar presente en esta gestión.

1. Analizar todo tipo de datos con el cliente como objetivo

Al comprobar los resultados de las empresas y definir los defectos, estos estudios deben orientarse en todo caso hacia el cliente. Los esfuerzos que la sociedad realice deben tener como objetivos la adaptación a los nuevos tiempos y la superación de cualquier expectativa. Lo primordial es tratar de obtener los mejores servicios al menor costo, así como los productos óptimos, también teniendo presente dicha reducción de los costes.

2. Perfeccionamiento constante

El perfeccionamiento continuo y la preparación previa son conceptos que van de la mano de la captación ininterrumpida de nuevos clientes. Ambos elementos, a su vez, ayudarán a que el sistema de gestión evoluciones y se incremente la calidad. Para ello, el personal deberá estar definido y conocer sus competencias. Así, la empresa ganará autonomía y se conseguirá una organización fluida que resuelve los problemas sobre la marcha a través de una organización proactiva de los empleados, sin que los superiores deban intervenir con demasiada frecuencia.

3. ¿Liderazgo? Sí, pero con trabajo en equipo

Una empresa necesita tener liderazgo para crecer y para tener su propio estilo al definir el sistema de gestión. Los superiores de la empresa, no obstante, además del liderazgo, deberán tener habilidades para escuchar lo que sus empleados o los propios clientes les transmiten. El sistema de gestión de calidad deberá ser ante todo participativo, pues solo así se podrán desarrollar equipos y departamentos con sus propias funciones específicas. El liderazgo deberá expresarse solo en el cambio conductual, pero no debe desplazar a la resolución autónoma de los obstáculos por parte de los empleados.

4. Un sistema participativo

El punto anterior va relacionado con la necesidad de que el sistema de gestión sea participativo. De este modo, será mucho más fácil que los procesos estén en continua mejora, ya que al participar todos los trabajadores de forma activa, será mucho más fácil implementar ciertas novedades o soluciones, elaborar análisis, realizar correcciones o verificar resultados. La empresa debe estar en un mejoramiento continuo y con buenas gestiones de calidad es más sencillo, puesto que los principales fallos de una sociedad suelen deberse a los errores de los sistemas implementados, no en sí a cómo desarrollan los empleados sus funciones. Hay que buscar siempre la excelencia desde el punto de vista del cliente.

5. Tener claros los pasos a seguir en el sistema de gestión

El primer paso que debe seguir un sistema de gestión es el de la definición del defecto o el análisis del problema que tiene la empresa. A partir de aquí, será necesario identificar qué requisitos son imprescindibles para el cliente, por lo que procederemos a recopilar datos que afecten a nuestros procesos. Después de la recopilación, viene el análisis de los mismos, tanto de los actuales como de los que ya habíamos recogido en otras ocasiones, es decir, los históricos, para comprobar así la evolución y conocer qué factores han sido determinantes dentro de un proceso específico.

Tras el análisis de los datos, se deberá investigar cómo mejorar. Para ello, se tienen que tener presentes distintas variables que estén relacionadas con el proceso y con su modo de funcionamiento. Hay que buscar la optimización del sistema de gestión. Por último, hay que controlar tanto la documentación adquirida como el diseño del sistema, para que las mejoras a realizar puedan mantenerse de un modo continuado en el tiempo.

Quali-man lleva más de 35 años ayudando a todo tipo de empresas con la gestión de calidad, lo que hace que se diferencien competitivamente en el mercado. Cuando una sociedad se enfrenta a la competencia la prioridad es la mejora de los servicios al cliente. Cuando un consumidor está insatisfecho, lo notaremos, por lo que debemos darle importancia a cada muestra de satisfacción e insatisfacción y permanecer en una continua mejora. Un buen sistema de gestión está estrechamente relacionado con un adecuado sistema de gestión.