El crecimiento empresarial es el progreso que experimentan los negocios cuando aumentan su rentabilidad y su cartera de clientes, mejora su posicionamiento de marca o se amplía el desarrollo de sus productos o servicios. En estos casos, la gestión de calidad en los procesos se convierte en un aspecto fundamental. Esto implica implementar un sistema en el que todos tus empleados trabajen en una misma dirección y persigan una meta común previamente fijada.

Un signo que puede reflejar que tu compañía está creciendo es, por ejemplo, que necesitas la contratación de personal a todos los niveles, ejecutivo y operacional, para satisfacer la demanda existente. También, que las encuestas de mercado y tu identidad de marca en las redes sociales denotan un ascenso en el posicionamiento. O bien que la rotación de tus productos en el inventario es más rápida y te hace falta instalar más puntos de venta o aumentar los canales de comercialización.

Claves principales para adaptar tu negocio a las nuevas circunstancias

Dadas estas circunstancias, debes apostar por introducir un sistema de calidad que te permita formular y definir tus nuevos planes estratégicos de expansión para conseguir que los procesos de gestión sean más rápidos y eficientes, que la comunicación organizacional fluya de mejor forma entre los diferentes departamentos y que se produzca movilidad horizontal y vertical entre los trabajadores. Es todo un desafío que has de afrontar con ambición y determinación para que el crecimiento no te desborde y pueda ocasionar el declive de tu empresa.

Pasos a seguir a la hora de implementar con garantía un sistema de calidad

Generalmente, los pequeños y medianos negocios caen presas del desconocimiento cuando se produce una situación de estas características. Por eso es muy recomendable que, si es tu caso, te pongas en manos de una asesoría profesional como la nuestra, Quali-Man. Es la mejor forma de obtener el asesoramiento necesario en todos los pasos requeridos.

Una transformación que asegure el éxito requiere pasar por las siguientes fases:

1. Análisis de la situación. Lo primero es contar con un diagnóstico profundo y detallado de los factores que inciden en el proceso de crecimiento de tu negocio. Una revisión minuciosa que te ayude a ver de qué manera influye el contexto y cuáles son tus fortalezas y debilidades. De esta forma conocerás cuál es tu punto de partida y cuáles son las áreas que es necesario reforzar.

2. Definición del organigrama. Es un elemento fundamental en la estructura de cualquier empresa que sirve para presentar y organizar su jerarquía de manera clara, objetiva y directa. Diseñar un nuevo organigrama será esencial a la hora de planificar la comunicación interna y el flujo de trabajo. Acertar en este paso es vital para agilizar procesos y eliminar barreras entre los propios empleados y entre la empresa con otros agentes externos, como pueden ser los socios y los proveedores.

3. Organización de departamentos. Una adecuada división de tu compañía en diferentes áreas te proporcionará los métodos imprescindibles para que las tareas se lleven a cabo de una forma correcta y eficiente. Al determinar las nuevas responsabilidades de cada uno de los trabajadores, evitarás que se produzca duplicidad de esfuerzos. Con ello lograrás que se esfume el riesgo de que la lentitud pueda amenazar la productividad, alcanzarás una importante reducción de costos y, por lo tanto, la rentabilidad será mayor.

4. Definición y optimización de procesos. El propósito de este paso es reducir o eliminar gastos innecesarios y la pérdida de tiempo y de recursos, así como minimizar el riesgo de que se produzcan errores y destruir los obstáculos existentes. En este sentido, debes intentar alcanzar el máximo grado de automatización posible, ya que esta es, sin duda, la mejor receta para prosperar. Has de identificar las posibilidades de cambio y mejora en cada uno de estos procesos y sus resultados deben ser medibles.

5. Formación del personal. Cuanto mayor sea el grado de especialización de los operarios, mejor será el funcionamiento de tu empresa en expansión. Es de vital importancia que cada miembro de la plantilla conozca perfectamente cuáles son las funciones que debe realizar y las obligaciones con las que ha de cumplir en el desempeño de su trabajo. Es un proceso que cobra una mayor dimensión en los comienzos, pero que jamás has de relegar a un segundo plano. La formación continua de tus empleados te garantizará estar siempre preparado para afrontar los cambios que imponga el mercado.

En conclusión, afrontar y gestionar debidamente el crecimiento y la expansión de un negocio es imprescindible para llevarlo a buen puerto. En estos casos, lo mejor siempre es confiar en expertos como Quali-Man, pues a lo largo de los años hemos sabido trazar una dilatada trayectoria en la asesoría de empresas y la gestión de calidad. La experiencia nos avala. Haremos un diagnóstico gratuito de la situación actual de tu compañía en su segmento de mercado y te ofreceremos la orientación necesaria para conseguir con éxito tus objetivos.